Variación sustancial de la demanda
9 de julio de 2018Profesionales liberales ( y II)
23 de julio de 2018Toda actividad económica susceptible de ser registrada contablemente, deja un rastro inequívoco, imposible de ocultar. Llegamos a esta conclusión, después de haber analizado gran cantidad de casos de ocultación de operaciones entre sociedades multigrupo. Constatamos de forma reiterada indicadores económicos aportados bajo sospecha.
Mostramos a continuación un ejemplo de ocultación de operaciones entre grupos de empresas que se ponen de manifiesto a través de determinados parámetros del Balance de una de las empresas.
Obsérvese el resultado de pérdidas del ejercicio 2012
Veamos la cuenta de Explotación de otra sociedad del grupo
Antecedentes:
La sociedad B que en 2010 y 2011 era proveedora de la sociedad A, en 2012, pasa a ser cliente. Coincidiendo con el acontecimiento, la sociedad A, pierde casi 9 millones de ventas, y además pasa de unos resultados en 2011 de 14.715 euros a unos resultados de pérdidas en 2012 de 7.205.990 euros; mientras que la sociedad B, que aumenta sus ventas de 2,8 millones en 2011 a 15.1 millones de ventas en 2012. Inexplicablemente MANTIENE LOS RESULTADOS INALTERADOS,
¿Es posible esa situación?
Nuestra respuesta es que, aunque muy poco probable; pero muy poco. Es posible.
Sin embargo, como hemos dicho al principio de este artículo todas las operaciones dejan un rastro inequívoco. Del mismo modo que la ausencia de rastro, implica la ausencia de actividad. Pues bien, veamos que nos expresan los Indicadores del Balance de la Sociedad B, que supuestamente ha incrementado sus ventas en más de 12 millones de euros. Es decir, que ha multiplicado sus ventas por 5,40 veces, y los resultados no se han movido.
Si observamos en el Balance, la cifra de clientes por operaciones de tráfico, pasan de 918.754 euros pendientes de cobro en 2011 con una cifra de ventas de 2.886.966 euros, a 876.442 euros pendientes de cobro en 2012 con una cifra de ventas de 15.157.852 euros.
Para poder analizar correctamente los parámetros anteriores, se ha de descontar tanto de la cifra del saldo de clientes como de la cifra del saldo de proveedores la incidencia del I.V.A.; ya que en ese saldo se incluye el I.V.A. repercutido y soportado. De manera que:
Mientras que si analizamos los proveedores con respecto de las compras, y corrigiendo la incidencia del I.V.A.
Obteniéndose la siguiente incongruencia:
Es evidente que de haberse producido esas operaciones, tanto el saldo pendiente de cobro de clientes, como el de pago de proveedores, habría mantenido las proporciones en el Balance, habiendo crecido sus saldos proporcionalmente con el volumen de operaciones manejado tanto en las compras como en las ventas. Las gráficas de ambos parámetros reflejan que esas operaciones fueron operaciones fantasma. No existieron, o fueron simuladas, lo cual se contrasta con la invariabilidad de los resultados.
Ello evidenciaría la existencia de una tercera sociedad C (sociedad encubierta), verdadera adjudicataria de las operaciones, en las que a través de una cesión de precios se le adjudican productos a muy bajo precio, en perjuicio de la Sociedad A, y sin beneficio de la sociedad B. Pues es patente que:
1 Hay un descenso de operaciones en A en Beneficio de B
2 Hay unas inexplicables pérdidas en A de 7.1 millones, con un descenso de 9 de la cifra de ventas.
3 La sociedad B a pesar del incremento de un 540% de las operaciones no altera sus beneficios.
4 No hay rastro en el Balance de B de ese tráfico de operaciones.
Consecuencias finales:
La sociedad A, se deshace de su plantilla. Entra en concurso, y se inhibe de las deudas, habiendo cedido a una tercera sociedad encubierta, tanto las operaciones de 2012, como el negocio que a consecuencia del cierre de la sociedad A. Se constata la existencia de sociedades parásito y algo más…