Desencanto y vacaciones

Planteamiento

Finalizada la actividad de defensa en sede judicial y dispuestos a iniciar las merecidas vacaciones de 2024, es el momento de hacer balance de situación y reflexionar tras más de cuatro décadas de ejercicio profesional en nuestro despacho, no tanto de los objetivos y desarrollo profesional que, sin duda, un año más son óptimos (os deseamos los mismos éxitos y menos fracasos) sino de la profesión de abogado, sus inicios y su final, su defensa institucional y la dignidad personal y seguridad económica a la que aspira.

 El abogado en su inicio profesional

Superado el grado y master de acceso, el estudiante una vez colegiado se transforma en abogado. Se inicia un mundo radicalmente diferente de obligaciones y derechos, de formación continua, de gestión de la frustración y alegría puntual…. se acabó la protección continua de la familia y el nuevo abogado debe afrontar su futuro profesional, con mayor o menor independencia, siempre con inquietud.

Las diferentes posibilidades, todas, parten de un nivel de experiencia igual a cero (voluntariado previo y practicas al margen) y en consecuencia las ofertas de trabajo o el autoempleo (solo para valientes o temerarios) serán económicamente ajustadas, siempre a la baja.

Las modalidades del ejercicio profesional de abogado al inicio de su carrera, (cuando no hay familia o amigos íntimos), con garantías mínimas de éxito futuro, se proyectan básicamente en una: incorporarse a un despacho (pequeño, mediano o grande) e iniciar el aprendizaje.

La expectativa económica de ingresos para un abogado sin experiencia, entre uno y cuatro años. se proyecta en 2024 en nuestro país, por ciudades, en Madrid y Barcelona en un  sueldo anual bruto  promedio de 21000 a 41000 euros; en Valencia, Zaragoza; Coruña, Sevilla, Bilbao… de 19000 a 37000 euros; en Málaga de 18000 a 35000….

Sobre la precarización del abogado joven y la contratación del abogado por abogado, hemos publicado en nuestro blog y web: el proceso.

El marco legal de aplicación, Decreto que aprueba la Relación Laboral Especial de la Abogacía y el Estatuto de los Trabajadores como norma subsidiaria, remiten a un marco de condiciones mínimas en jornada, horario, salario, vacaciones…El elemento clave y básico de las condiciones y relación abogado despacho de abogados es el Contrato de Trabajo y las cláusulas en el contenidas, ni más ni menos. ¿Cuántos abogados negocian el contrato individual con su despacho? ¿Cuántos sencillamente se adhieren a la propuesta del despacho?

No existe un Convenio Colectivo que recoja, al igual que a la mayoría de los trabajadores del país, las condiciones y mejoras mínimas, continuas y progresivas sobre el contrato de trabajo inicial, el reconocimiento y mejora posterior de derechos del abogado en el desarrollo de su trabajo (económicos, promoción profesional e igualdad, conciliación familiar y judicial, flexibilidad en el tiempo de trabajo, descansos, vacaciones, formación continua……..)  que no dependan de la generosidad unilateral del despacho.

Respecto al convenio colectivo nos remitimos a nuestro blog y web: Convenio colectivo.

El abogado en su final profesional

Desde la pandemia y la manifestación grosera y continua de nuestra vulnerabilidad, los abogados mayores y medianos en ejercicio profesional, nos hemos caído del caballo, como Pablo camino de Tarso, hemos visto la luz de nuestro futuro inmediato, y  ¡¡ oh sorpresa ¡¡ no tenemos protección económica, no tenemos futuro, no tenemos pensión (digna y mínima de tal nombre) y con ello la única alternativa es continuar en el ejercicio profesional mientras el cuerpo aguante con perdida de imagen y perdida de clientes incluidos (síndrome de Biden).

Que algunos hubiéramos adelantado lo que iba a pasar, no es consuelo. Los abogados, nos ocupamos de nosotros y nuestras familias, cuando lo hacemos, siempre es en última instancia y así nos va. Que hubiéramos aprobado por unanimidad de la abogacía institución ( mayo de 2005, Tenerife) que la Mutualidad de la Abogacía no era comparable, ni remotamente con el sistema publico de la seguridad social española, ni en prestaciones, organización ni prestigio y no hiciéramos nada al respecto, resulta elocuente y paradójico. No olvidemos que los órganos de dirección de Mutualidad de la Abogacía y el Consejo General de la Abogacía son y han sido compartidos de forma simultánea o sucesiva por muchos de nuestros decanos, presentándose como Mr  Hyde o Dr Jekyll en función del interés preferente en cada momento.

Que finalmente sea una vez más, una decisión política de amplio respaldo y transversal, ajena a la abogacía institución, que responde al clamor y manifestación continua de cientos de abogados en la calle, la que vaya a solucionar de futuro la pasarela la RETA, con la integración obligatoria de todos los abogados en el sistema público de Seguridad Social a partir de 2027 y una pensión mínima para los encuadrados obligatoriamente en la Mutualidad de la Abogacía, resulta ilustrativo de los intereses hasta la fecha de la abogacía institución, salvo honrosas excepciones, como la actual Junta del colegio de abogados de Madrid.

Una vez más, nos remitimos a nuestra web y blog: pasarela al RETA de los abogados por cuenta propia.

 Vacaciones y nuevos gestores

Quiero despedirme del año judicial y de la abogacía con la esperanza que supone la toma de posesión en el Senado, el viernes pasado 19 de julio de 2024 ,de Salvador Gonzalez como nuevo presidente del Consejo General de la Abogacía, sus mensajes de unidad del colectivo, transparencia  y comunicación y sus  objetivos inmediatos : dialogo, mejora de la justicia gratuita y el paso al RETA.

¡¡¡ AMEN ¡¡¡

¡¡ FELICES VACACIONES ¡¡