9 de julio de 2018
En la práctica procesal laboral se constata con excesiva frecuencia que la parte actora lleva a cabo una variación sustancial de la demanda mediante la ampliación de la misma en el momento del acto del juicio oral, (bien sea en la fase de alegaciones o incluso en la fase de conclusiones) o variando el contenido de la demanda judicial respecto a la demanda de conciliación previa, con base no en hechos posteriores sino en nuevas pruebas o argumentaciones, que preexistentes quiere añadir posteriormente a la demanda inicial.